martes, 5 de mayo de 2009
Denuncia de Jaime Avendaño Villanueva contra el Banco Scotiabank Perú
Soy un ciudadano que lucha por sus derechos y su verdad contra estas entidades "todopoderosas".
Me permito escribirle y hacerle de su conocimiento una denuncia contra el Banco Scotiabank Perú para su consideración y si me pudiera ayudar de cualquier manera Ud. o recomendándome con algún otro periodista, político o Blogger.
De alguna extraña manera el 29/01/2009 aprox. a las 9pm en un cajero Scotiabank, luego de ingresar mi clave secreta, mi tarjeta de débito se quedó dentro, el cajero se apagó con el mensaje “CAJERO EN MANTENIMIENTO”, hice la llamada para el bloqueo inmediatamente, me dijeron que no me preocupara que incluso veían un bloqueo preventivo, que era porque se había quedado dentro del cajero lo cual yo mencioné con la dirección exacta. Luego del bloqueo me indicó que me acerque al día siguiente a cualquier agencia a recabar mi nueva tarjeta, cálculo que casi en el mismo momento de la llamada ( la cual también demoró alrededor de 4 a 5 minutos), rápidamente estaban haciendo no se de qué manera 6 retiros en tan sólo 2 minutos de S/. 400 soles de un cajero Globalnet un tanto cercano ( no el cajero Scotiabank donde me encontraba), que mas 11.55 de comisión hacen un total de S/.2,531.36 Soles. Esto lo comprobé cuando fui a recabar mi nueva tarjeta y consultar mi saldo.
Le invito a visitar mi blog que he creado donde he puesto las razones de mi lucha claro está primero el de recuperar mi dinero, también están las pruebas SCANEADAS de mi denuncia y las cartas respuestas del Banco.
www.jaimeavendano.blogspot.com
El día domingo 03/05/2009 el periodista César Hildebrant me entrevistó en su programa "El Perro del Hortelano", canal 11 RBC TELEVISION, donde expuse mi caso.
El link de la entrevista:
http://www.youtube.com/watch?v=A6ObJIQi5co
Ahora el Banco no se hace responsable de NADA, no explica, no dice nada, dice que no me pueden ayudar, en otras palabras que asuma la pérdida de mi dinero.
Por otro lado existe y lo he verificado posteriormente que para mi cuenta que es de débito de pago de mis haberes el monto máximo de retiro diario bajo cualquier modalidad y cualquier cajero es de S/.1,500.00. ¿Entonces como así me robaron todo ese dinero en sólo 2 minutos?. El Banco tampoco dice nada.
Soy consciente que es mi palabra, mi verdad contra la del Banco, como puedo hacer para pedirle las pruebas al Banco, solo envía cartas y no muestra las pruebas, no dice si es mentira o verdad lo que digo.
Quisiera que me ayude también con algún consejo y/o recomendación de que más puedo hacer, sé muy bien que el próximo paso es presentar la denuncia a la SBS que lo estaré haciendo esta semana, pero ¿y el Congreso u otra entidad me podrían ayudar
Mi hermano es seguidor de Blogs, ya le he enviado esto ayer a Los Comechados y al Sr Aquiles, acabo de ver que ya han publicado en sus respectivos, los he comentado y agradecido también.
http://www.loscomechados.com/2009/05/llega-otra-denuncia-los-comechados-ya.html
http://akilesmartin.blogspot.com/2009/05/scotiabank-peru-denunciado-por-estafa.html
El me recomendó esto de los blogs, el sigue su blog.
En los blogs mencionados he dejado un comment ante algunas dudas, le transcribo:
"Muchas personas incluído mi familia me han preguntado de todo, me han dicho de todo, Por qué no hiciste eso? o aquello?...
A la hora de la hora cuando a uno le pasa esto se olvida de algunas cosas, sentí cólera, fui ingenuo tal vez pensando que el cajero luego de apagarse se iba a prender y devolverme mi tarjeta espere unos segundos que sucediera eso..luego si pensé en ladrones... y bueno hice la llamada, siempre mirando al cajero. Muchos me dicen ahora por qué no le pediste tu saldo? Bueno la verdad no sabía que podía hacer eso, se me pasó.
Por qué no fui al día siguiente?
Todo el mundo me dice lo mismo, al día siguiente recibí dinero en efectivo por ser fin de mes de otra institución con eso supere la emergencia, el retiro que iba a ser esa noche no iba a ser de mucho también, yo trabajo todo el día en diferentes locales, soy profesor de una academia pre universitaria, me pagan por horas y es muy difícil pedir permiso.
Ademas me dije otra vez ingenuamente... Bueno ya me pasó esto ya bloquee mi tarjeta, ya mejor que quede ahi el dinero en el banco sino lo saco y lo gasto...ya iré por mi nueva tarjeta, hasta que me dí un tiempo, fueron 6 días, y me di cuenta de la realidad.
Mi lucha es porque el banco se haga responsable por lo sucedido, ni yo mismo se como se han podido robar el dinero, como asi pudieron retirar mas de lo permitido para mi cuenta ( S/1,5000) y se hicieron retiros ( 6 x 400 soles) mas 11.55 de comisión por cada retiro de ese cajero Globalnet que NO era el cajero donde yo me encontraba esa noche.
Yo como cualquier cliente luego de esto, hice una llamada al Banco Scotiabank y he preguntado específicamente, para mi cuenta de débito que es de planilla cuanto puedo retirar al día bajo cualquier modalidad y cualquier cajero y ellos me han respondido que es S/.1,500.00.
El Banco no dice nada de mi transacción que quedó a medias, no dice nada del cajero por qué se apagó? cuando se prendió? no dice nada de la llamada, yo calculo que el robo ha sido muy rápido casi casi al mismo tiempo, y no sé yo tengo mi hora el banco tiene su hora.
El Banco Scotiabank no se pronuncia sobre si hubo llamada y/o bloqueo definitivo, no dice nada del límite máximo de S/1,500.00.
NADA no dice si es mentira o verdad lo que afirmo, simplemente dice te robaron muy bien ha con tu tarjeta ( Banda magnética y tu clave) no dice como. Y sabe que Sr. en este caso no lo podemos ayudar.
Esa es una respuesta clara?
Otros:
Entrevista anterior en canal 11 RBC NOTICIAS ( aqui no tenía la segunda carta, la srta se equivocó en el orden de mis apellidos y en la hora.... )
http://www.youtube.com/watch?v=jOM63GCtCHo
Gracias
Atte.
Jaime Avendaño Villanueva
DNI 10459061
LIMA PERU
lunes, 15 de diciembre de 2008
Caso de plagio
Estimado Licenciado Luciano A. Rizzutor:
Previo un cordial saludo, paso a comunicarle lo siguiente:
Su artículo sobre el Nóbel de Economía del presente año, Paul Krugman, presenta en ciertos párrafos similitudes con mi artículo publicado el día miércoles 15 de octubre en mi blog sobre economía: http://19punto85.blogspot.com/
Mediante la herramienta denominada "Copyscape" acabo de enterarme de dichas similitudes, lo cuál no me molesta amparado en la información abierta de la Internet. Sin embargo algunos derechos de mi blog se encuentran registrados y protegidos por una licencia de Creative Commons, además de que existe un banner de la herramienta que le mencioné, "Copyscape", que tiene claramente especificado no copiar los contenidos de la página.
Mi artículo original: http://19punto85.blogspot.com/2008/10/nobel-affairs-por-qu-paul-krugman-es-el.html
Su Artículo: http://www.revistafacultades.com.ar/notas/314-krugman-lo-hizo.htm
Como verá la parte final de su artículo tiene cierta similitud con parte del mío.
Existen exactamente 291 palabras ordenadas de manera muy similar (incluidos párrafos enteros) que coinciden entre su artículo y el mío.
Según la licencia Creative Commons de mi blog: (copio textualmente de la página de CC) (http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/)
Usted es libre de:
copiar, distribuir y comunicar públicamente la obra
Bajo las condiciones siguientes:
Reconocimiento. Debe reconocer los créditos de la obra de la manera especificada por el autor o licenciante.
No comercial. No puede utilizar esta obra para fines comerciales.
Sin obras derivadas. No se puede alterar, transformar o generar una obra derivada a partir de esta obra.
Al reutilizar o distribuir la obra, tiene que dejar bien claro los términos de la licencia de esta obra.
Alguna de estas condiciones puede no aplicarse si se obtiene el permiso del titular de los derechos de autor
Nada en esta licencia menoscaba o restringe los derechos morales del autor.
Yo asumo que de ninguna manera ha existido mala intención de su parte en contra de mi persona (y mi trabajo), pero sin embargo existimos quienes defendemos la originalidad de los trabajos, más aún si son académicos, tengo documentos que prueban la originalidad de mi artículo, así como que íntegramente fui yo quien lo escribió (y cito las fuentes que usé para ello).
Ahora más allá de que la parte "coincidente" no describa mayores revelaciones académicas que una simple explicación, esta es MÍA con leves alteraciones SUYAS.
Las similitudes las puede encontrar resaltadas en los siguientes links:
http://www.copyscape.com/view.php?o=78187&u=http%3A%2F%2Fwww.revistafacultades.com.ar%2Fnotas%2F314-krugman-lo-hizo.htm&t=1228193615&s=http%3A%2F%2F19punto85.blogspot.com%2F&w=50&c=&i=1&r=10
http://www.copyscape.com/original.php?o=78187&d=78194&w=50&i=1&r=10#copyscape_start
Tengo entendido, además, que su artículo fue publicado en una edición (47? 48? 49?) de la Revista Facultades, no sólo en la web.
Copyscape sugiere las siguientes alternativas (ellos definen lo anterior como plagio): http://www.copyscape.com/respond.php
Espero su pronta comunicación, presentándome los descargos respectivos. Cabe acotar que le informo esto sin ninguna mala onda, sólo con la esperanza de encontrar una explicación lógica a este incidente.
Saludos Cordiales.
JUAN JOSÉ GUZMÁN CALDERÓN
sábado, 13 de septiembre de 2008
Respuesta a Alexis Iparraguirre
Alexis Iparraguirre dijo...
Debo de señalar que conozco personalmente a más de un miembro del GCC y que respeto la capacidad de su inteligencia y su potencia para reflexionar y tomar decisiones. Sin embargo, también debo de señalar que en las discusiones, censuras y exclusiones de algunos -los más beligerantes- pervive una moral bastante peculiar, que se rige por la lógica de grupos que, lamentablemente, parece que rigió durante los ochenta entre los alumnos de nuestra casa de estudios, cuando la imagen de "inteligencia" daba más prestigio que ahora, en una PUCP, según opinión pública, muchó más exclusivista y snob. No hago mal, si parafraseo esa moral así: "Tú eres mi pata, eres inteligente". De ello se sigue una lealtad a medias infantil, a medias diplomática del tipo: "Si eres mi pata y te equivocas, solo te maleas (porque si no, arruinas mi imagen de inteligente); si no eres mi pata y te equivocas, entonces sí eres una bestia y te cae con todo". Ello puede explicarse por la natural desconfianza entre grupos que, provenían de una Lima múltiple, y quienes de seguro veían en cada diferencia una señal para tachar o discriminar, y no, como nos ha enseñado a las malas la violencia política, una posibilidad de acoger e integrar. A ello debe añadirse también la natural cuota de suspicacias paranoicas que implicaba entonces participar en la vida política -todos los GCC han hecho política universitaria en una época furiosamente ideologizada, pero solo de la puerta de la universidad para adentro- y las cuotas de tensión y simulación que implica vivir entre el jolgorio de la juventud y la aspiración a integrarse a la docencia en una institucíón que, por esos años, era notoriamente más conservadora que hoy. Lamentablemente, me parece, los blogger maduros de hoy reflejan toda la red de contradicciones larvadas desde entonces, que implicam una fuerte disociacíón de la personalidad entre discursos públicos y miedos privados. Afortunadamente, los noventas fueron mejores años para la Católica.
11:07 PM
Un grueso párrafo dedicado al GCC. El dueño del blog donde se hace este comentario le responde a Alexis Iparraguirre, tratándolo de "Alexis".
En otra ocasión, en noviembre de 2007, alguien también identificado con el nombre de Alexis Iparraguirre con un discurso parecido manifestó lo siguiente:
Hola Daniel:
Lo que cuentas me parece parecido a algo que le pasó a un amigo mio, Jean Pierre Vaudenay en la PUCP. Su profesor de periodismo, Gargurevich, lo desaprobó en el ensayo final arguyendo plagio. La única explicación que dio el profesor es que Jean Pierre no podía haberlo escrito porque era muy bueno. Vaudenay ciertamente no había sido un asistente a clase modelo, pero a mi me consta que es un estudiante de primera -incluso ganó un concurso de ensayo en la universidad. El profesor, basándose en us prejuicios hacia Jean Pierre, que suponían para este una escasa capacidad intelectual, lo estaba condenando sin derecho a juicio. Pero eso no fue lo peor. Aquí viene lo de Ripley (y no la tarjeta): cuando apeló al Decano de su facultad -Lucho Peirano- este le dijo que si quería problemas los iba a encontrar. Fascinante. Esa es la posición de un hombre culto frente a lo excepcional cuando lo excepcional no le simpatizas Yo creo que algunos miembros del gran combo club padecieron experiencias análogas-prácticas autoritarias- y frente a ellas solo les quedó admitir que funcionaban, eran ineludibles, y recursos válidos. Hacia eso evolucionaron. No creo que toda evolución, en esta dirección, sea positiva. La seducción de ejercer irreflexivamente la capacidad de silenciar y prejuzgar es otra rumbo que todos alguna vez hemos enfrentado. Me gustaría creer que hemos aprendido una lección contraria que los mandamaces del GCC
Comentario por alexis iparraguirre — 11 Noviembre 2007 @ 19:14
Curiosamente, el comentario ha sido borrado de su contexto original.
Veamos. En el primer comentario es sobre la moral. Se habla de "censuras y exclusiones". En el post Sobre cómo el GCC acabó siendo blanco de los blogstars expliqué extensamente el asunto. No fue un tema de "censura" ni "exclusión". Hubo razones que no vale la pena repetir. Lo que sí es cierto es que hubo más gente, como el comentarista (asumamos que es hombre), que se sumó al cargamontón sobre el GCC sin haber tenido ningún conflicto previo con el blog colectivo.
Según lo que el mismo comentarista, Alexis Iparraguirre, identificado con la Universidad Católica, declara, él "conoce personalmente a más de un miembro del GCC" y el tema sería generacional. En los ochentas entre los estudiantes se habría cultivado un reconocimiento a la inteligencia de tipo amiguista, con desconfianza a la "Lima múltiple" en una época "furiosamente ideologizada" pero sólo dentro de la universidad. Los noventas fueron mejores, pues la PUCP es notoriamente menos conservadora.
Está equivocado de cabo a rabo. Nada que ver. Es el problema de hablar o escribir de lo que no se sabe. El error consiste en creer que los estudiantes gozaban de algún tipo de reconocimiento. Para nada. Quienes gozaban de reconocimiento eran los profesores. Los estudiantes eran a lo más asistentes. No es que hubiera muchos estudiantes a quien admirar por su inteligencia. Y, finalmente, a pesar de los intentos de homogenización de Iparraguirre, el GCC es un grupo muy plural, con muchas experiencias diferentes. A mí me ha tocado ver supuestos sabelotodos que sólo sancionaban como bueno lo que decía la gente de su entorno, pero para nada me he sentido identificado con ellos. Y lo visto en los ochentas, noventas y en el dos mil también. Ya se dijo esto en el tango "Cambalache". ¿Entonces?
Lo de la desconfianza hacia la "Lima múltiple" es completamente ridículo y constituye otra exhibición de los prejuicios de Iparraguirre. Habla como si la gente del GCC viniéramos de una "Lima uniforme" y desconfiáramos de la "Lima múltiple". Yo soy limeño de primera generación, como la mayoría de contribuyentes en el GCC. ¿Entonces?
La PUCP era más "elitista y snob" en los ochentas. Posiblemente, pero posiblemente también más en los setentas, y más en los sesentas. ¿Entonces? Sin embargo, los años ochentas fueron años de democracia; los noventas, de Fujimori. A pesar de la crisis, en la PUCP hubo posibilidades que no hubo con Fujimori. Quienes se formaron viendo a Fujimori tomaron como natural lo que hacía ese gobierno y sus medios. Cuidado lanzar la primera piedra a otros.
Veamos ahora lo de la ideologización. Otra patinada. La época de las aguerridas militancias fue la década del setenta, no del ochenta, con la excepción, claro está, de la militancia en los grupos terroristas, que también tuvieron presencia en "nuestra casa de estudios". En los ochentas la izquierda perdió el monopolio de muchos gremios estudiantiles, incluyendo la FEPUC. Más aún, las opciones de izquierdas ya no eran las más radicalizadas y partidarias, sino que se trataba de independientes de izquierdas. Fue una época desideologizada, si algo. Al menos más desideologizada que en los setentas.
¿Tensión entre disfrutar de la juventud y la aspiración a integrarse a la docencia? Otro prejuicio. Entre los pocos del GCC que se integraron a la docencia no he percibido tensión alguna. Si es lo que te gusta hacer, como es tautológico, lo disfrutas.
¿"Disociación entre discursos públicos y medios privados"? Por favor.
Estamos, pues, ante una sarta de prejuicios. El autor del párrafo desconoce de lo que está hablando.
El segundo párrafo ilustra más de lo mismo, por lo que creíblemente se trataría del mismo autor. Y al igual que en el primer párrafo éste alude a su vinculación a la PUCP, pues menciona con nombre propio a tres personas de la PUCP.
Los miembros del GCC habríamos padecido "prácticas autoritarias" y por lo tanto nos hicimos la idea que éstas eran ineludibles y ahora somos autoritarios. Correspondientemente, Iparraguirre nos califica de "mandamases". Bueno, ¿mandamases de qué? ¿De administrar nuestro blog? Es ridículo. Seguramente Iparraguirre es mandamás de su comentario. ¿Y? ¿Por qué alguien tendría que intentar hacer todo un perfil psicológico de otras personas por algo tan de perogrullo? Al fin y al cabo el ejemplo que menciona parece ser del presente, no de los ochentas. No es que antes había rígidas "prácticas autoritarias" y ahora ya no. Sigue habiendo. Acaso tanto como antes. Haberse metido con el doctor Luis Peirano y haberlo calificado de "mandamás" en un espacio propio, no como comentario en un blog ajeno. Haber criticado cómo las autoridades presentes están tratando a los trabajadores. La conservadora PUCP de los ochentas no los trató así. Haber dicho algo por el otorgamiento de doctorados a dedo en la PUCP o por la modificación del reglamento para la reelección de las autoridades. Si vamos a hablar de mansamases, Alexis Iparraguirre tiene un amplio terreno para decir algo en "nuestra casa de estudios" que tanto le preocupa y a la que está vinculado.
Actualización: Dos intervenciones más de alguien identificado como Alexis Iparraguirre, publicadas aquí en noviembre de 2007. El mismo estilo divagante y pomposo de los párrafos anteriores:
Alexis Iparraguirre said...Inexacto como en otros párrafos, ¿a que viene tanto perorar sobre los derechos humanos y su contraposición a la "dogmática cristiana", si al final va a hacer insinuaciones sobre inflingir la ley y advertir sobre posibles castigos?
Estimado Fantomas:
En mi opinión hay dos problemas distintos:
1. El primero es si Mónica Feria es pasible de algún tipo de acusación ahora por filosenderista. Por más repugnante que sea esa posibilidad, por la historia de violencia previa, no veo en todo lo dicho algo que apunte a esa posibilidad. En mi país no hay delito de opinión, y en teoría nunca debio haberlo. En el peor de los casos podría acusarsele de eso, pero eso no se pena, por más deslindes tibios que haga Diganos que ese el el asunto legal.
2. En segundo lugar, esta el asunto de si puede ser aceptada por el colectivo GCC como un interlocutor válido o por cualquier grupo en particular. Sobre ese asunto, un asunto ético por derecho propio, creo que en realidad depende del grupo. Marco Sifuentes, por ejemplo, tiene razones para dudar de ella, y ello es razonable puesto que tiene justificaciones atendibles. Del mismo modo, Silvio Rendón considera que todo lo que podía explicar Mónica ha sido dicho ya por ella; en la cuota de las jsutificaciones que Silvio atiende, ella ya cubrió lo suficiente. Salas y Faveron juzgan lo contrario, pero son por razones que ellos consideran, para este caso, indespensables, a saber: hay una moral objetiva frente a la cual existen categoría equivalentes a pecado, virtud, falta, arrepentimiento. A mi no me consta que estas categorías las apliquen siempre, pero ahi están. Del mismo modo, con esto de que se trata de un tema Derechos Humanos y este tema tiene una faceta legal, tienen la perturbadora costumbre de proyectar el tema de ética a la antesala de la justicia criminal. Lo más sensato para las personas como Rendón, que creen en Mónica Féria, y la consideran un interlocutor válido sería decirles a estas personas que discrepan de él que su opinión es su opinión, y todos en paz. Pero Rendón supone que habla de las mismas cosas que Faverón habla cuando este se refiere a los Derechos Humanos, que tiene un punto en común fundamental con él y que, porque comparten ese punto, no debieran discrepar, y ello lo disuade de dejar la discusión por las buenas. Pero eso es falso. Para Faverón cuando habla de derechos humanos, en este caso, supone un sistema, me parece, equivalente a la dogmática cristiana, algo que si se trasgrede queda solo la condenación, la penalidad, el automático arrepentimiento, la retracción humillante o la muerte civil. Pero ello, me parece, sería ajeno a la cultura de los DDHH que admiten la compasión, la dignidad individual y el derecho a la privacidad, que hace de lo no legalmente punible una falta que puede purgarse en lo intimo, sin dar explicaciones a nadie. Ninguna sociedad que cree en los Derechos Humanos exige la virtud o el estado de gracia, porque si no no existiría; los DD HH surgen en Europa para garantizar la variedad; no la moral objetiva. Si Rendón llega a entender que está hablando de una cosa distinta que las que podrían hablar, por ejemplo, criptocatólicos fundamentalistas, entonces podrá dejar de discutir y sentirse mejor. De hecho, todos los grupos podemos formarnos la impresión que querrámos de Mónica Feria y los que puedan conocerla serán testigos de su verdad como persona, si así quieren aceptarla. Pero si inflinge la ley, naturalmente se le castigará como a todos.
November 2, 2007 7:28 PM
Y esta otra:
Alexis Iparraguirre said...Incomprensible. En particular la repetitiva oración antes del "saludo cordial". Total, ¿qué propone?
Estoy de acuerdo con cada uno de los puntos sostenidos por Silvio. Pero no veo, en teoría, cómo de posturas contrarias se llegan a conclusiones parecidas. Yo postulo que legalidad y moral no tienen por qué ir unidas -me parece una historia afortunada que en esta época se intercepten en algunos tramos, y me parece una alianza provechosa-. Silvio postula que es la separación entre legalidad y moral es lo que permite a Faverón suponer la culpa de la señora Feria. Yo creo lo contrario: históricamente, los ejemplos de morales particulares generalizadas en sus contenidos concretos bajo la forma de leyes son las que producen las más disparatas acusaciones; por eso hasta Benedicto XVI, en su libro sobre Jesucristo, agradece que se haya separado la Iglesia, una productora de moralidad objetiva, del Estado para librarla de papelones (aunque su argumentación es ad majorem gloriam dei). Sin embargo, creo que las diferencias teóricas que se resuelven de modo semejante en la práctica nos dicen que, en asuntos humanos sobre todo, las diferencias teóricas son poco prácticas. Un saludo cordial.
Alexis Iparraguirre.
November 3, 2007 7:37 PM
jueves, 4 de septiembre de 2008
Respuesta al Sr. Iván Thays 2
Actualización: Bueno, para tener que ocuparse de cosas más importantes el Sr. Thays vuelve otra vez al tema. Veamos su comentario:
En cuanto a lo de Silvio Rendón, todos saben que era una conversación privada y en una discusión uno puede decir lo que sea, como "haz lo que chucha" quieras o "vete al carajo" Pero ese debería quedar en el ámbito privado, sobre todo si se supone que somos amigos (ya me di cuenta de que no).El problema aqui se suscita cuando rendón quiere hacer pública una mandanda a la mierda. Si un microbusero se cruza en mi camino y le requinto la madre, debe quedar ahí. Pero si el microbusero quiere hacerme daño podria ir a los medios decir que lo mandé a la mierda. Mi reacción fue normal y privada, entre amigos, pero me equivoqué pensando que Silvio era amigo mío solo por serlo de Gustavo y Daniel, pero no lo era. Ese fue mi error, no decir "chucha"Si ves la exactadiensión de las cosas silo te reirías y nada más. A mis dos amigos Sumalavia y Carlos, siempre solemos mandarnos al caajo hasta por perder un campeonato de winning, pero ahora que estuve en una depresión muy aguda acudí a Carlos que me dio un abrazo hemosísimo y sanador. Estoy seguro de que si a él lo mando un día, irritado, al carajo, no pasaria nada ni lo iría a postear para que los demàs se burlen de mí.Repito: mi error fue pensar que Silvio era un amigo y que la conversación era privada, pero no es mi amigo y para él tampoco es privada¿Qué me queda por hacer? Simplemente repetir lo mismo, que Silvio haga de su vida y su blog lo que chucha quiera. Ese es su problema, los míos son ahora más graves que el decir una mala palabra.saludosIVANBueno, el error del Sr. Thays no fue que patinó refiriéndose a mí (pues oportunamente debatimos directamente y no a partir de lo que otros dijeron de él), no fue su reprimenda, ni su que-Silvio-no-lo-vuelva-a-hacer, o que se refirió a mí en tercera persona. Su error según él fue que pensó que yo era su amigo, porque creyó que como soy amigo de Gustavo Faverón y de Daniel Salas, soy amigo de él. No sé qué clase de amigo era este que se refería a mí en tercera persona. Yo a este señor lo vi una vez en Lima y me acerqué a saludarlo: "Hola, soy Silvio Rendon" y no me reconoció. No sé cómo pasó de eso a pensar que me podía carajear como, según él, hace con sus amigos. Pensará que la amistad es transitiva o, al parecer más acertado, pensó que estaba con alguien de su mismo "bando" con quien no era necesario conducirse con un mínimo de respeto.
El Sr. Thays se queja porque "lo até al palo para que me tiren piedras o puse su cabeza en el círculo de cartulina los circos para que me tiren tomatazos todos los que buscan, por envidia". Pero qué quejica que es. Por favor. Si alguien le tira tomatazos, que se queje con quienes así lo hacen. Yo no le he echado la culpa a nadie más que a los/as que alguna me lanzaron tomatazos. He aclarado mi posición, diferente de la de otras personas, pero no le he echado la culpa a otras personas por nada.
Veamos ahora su ilustración pedagógica con el microbusero. Si él le requinta la madre a un microbusero "debe quedar ahí", dice. No sé si este señor es también amigo de los microbuseros. No lo creo. Aún así supone que puede carajear a quien quiera y que el asunto debe quedar ahí. ¿Por qué el microbusero (es decir yo) no va a tener derecho a una reparación moral y tiene que dejarlo ahí? ¿Acaso mi blog lo leen solamente los escritores con los que el Sr. Thays se lleva mal? El Sr. Thays parece creer que el mundo se divide entre quienes están con él y quienes están contra él. Igual los/as amigos/as del Sr. Thays leen lo que yo he escrito y le dicen "Oye, Iván, te excediste". Igual lo leen mis amigos/as y me dicen "Oye, Silvio, ¿qué le pasa a ese Iván Thays?" Yo no he posteado la conversación en un blog enemigo del Sr. Thays, sino en MI propio blog, MI espacio. Hay una vida más allá del bipolarismo en que vive el Sr. Thays.
Finalmente, como el Sr. Thays insiste en su posición inicial, proveniente de una especulación de su parte, yo también especularé al respecto. Al Sr. Thays le molestó que publique las cartas de los señores Inocente e Ybarra. Lo consideró una afrenta a su persona. Como yo era "su amigo", tenía que estar de "su parte" y no publicar esas cartas o hacerlo poniéndoles un gorro en que deslindara con ellas. Sin embargo, para mí el asunto no es así. Estas personas son lectores que solicitaron un espacio en GCLA. Como antes el mismo Sr. Thays y posteriormente el Sr. González Vigil solicitaron un espacio en el GCC, procedí a atender las solicitudes de las personas mencionadas. Lo poco que tengo que decir sobre estos temas lo he dicho en un par de posts y como ya dije en una respuesta anterior, ojalá que los "bandos" arreglen sus diferencias hablando. Cuando el Sr. Thays vio un parrafito en que me refería a Miguel Gutiérrez (dentro de un duro intercambio con el Sr. Grajeda quien me tiraba tomatazos por mi supuesta asociación con el Sr. Thays) se dio por aludido y ya fue demasiado para él, por lo que reaccionó agresiva y equivocadamente acusándome nada menos que de formar parte de una intriga contra él. Tal vez pensó que mi parrafito era una concesión a la presión del Sr. Grajeda. Lo real es que se trataba de una repetición de algo que le dije directamente al Sr. Thays, como ya he explicado antes
En fin. Dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver.
miércoles, 27 de agosto de 2008
Respuesta al Sr. Iván Thays
Por mí, haz lo que chucha quieras.No tengo como política revelar intercambios privados, a menos que mi interlocutor lo apruebe o se refiera a mí con expresiones insultantes. Como en este caso se cumplen estos dos requisitos, pues tengo carta libre para hacer pública mi respuesta a este señor.
IVAN
En primer lugar, la alusión original de este señor fue así:
¡Qué felicidad sentirá el intermezzo Paolo de Lima (inolvidablemente calificado como "democrático" por Carlos Calderón Fajardo) y su collera tropical! ¡Y ni qué decir de esos bloggers anquilosados que pertenecen a la secta de Miguel "ni con el pétalo de una rosa" Gutiérrez! O el mismo Silvio Rendón y su nostalgia de la nueva trova. Finalmente se consiguieron un sustento para justificar sus consignas a media voz y sus intrigas. Slavoj Zizek edita un libro titulado En defensa de las causas perdidas en el que defiende a todos estos bloggers radicalmente tímidos como la garúa.Esta alusión fue según él porque "ESTA JUZGANDO NO MI RESEÑA SINO LOS CHISMES QUE SOBRE ELLA LANZA YBARRA Y LOS DEMAS" en el siguiente párrafo:
Para aportar algo al tema del post, quisiera decir que simpatizo con Miguel Gutiérrez. Oportunamente escribí sobre este tema. Vargas Llosa simpatizó con Fidel Castro (fusilamientos incluídos) y con las guerrillas del MIR en los sesentas (policías y guerrilleros muertos incluídos). Es claro que ha cambiado de opinión. Normal. Sólo que en su "Travesuras de una niña mala", a pesar de ya no pensar como en los sesentas, romantizó a esas guerrillas a través de un personaje, amigo del protagonista, que muere en ellas. Es lógico que la gente conserve algo de melancolía por los recuerdos tristes de épocas pasadas. No veo que a Vargas Llosa le regateen méritos artísticos por razones politicas o le exijan autoflagelamientos públicos por razones morales. No considero justo aplicarles a otros/as un estándar diferente.Escribí, efectivamente, ese párrafo como comentario en el blog de Rodofo Ybarra. Verlo aquí. Viendo el post y la comunicación del Sr. Thays, le respondí también en privado:
Vaya, qué sorpresa.Mientras escribía este mensaje, como ya dije arriba, alguien intercedió a mi favor, a lo cual el Sr. Thays respondió
Entré al blog de Rodolfo Ybarra porque fui aludido e insultado por Rubén Grajeda. Gratuitamente. Todo por no apoyarlo en un supuesto insulto de Iván Thays a la U. de San Marcos. Ahora me toca una alusión de Iván, porque supuestamente me puse "del otro lado". Acabo ahora haciendo eco de chismes sobre Iván.
El último párrafo sobre Gutiérrez en el comentario citado no es sino una ilustración de mi forma de pensar, que ya manifesté en un post sobre el maoísmo, hace buen tiempo. Ese mismo argumento ya fue expuesto en ese post, con link y todo. Lo repetí porque es lo que tengo que decir. No voy al ritmo del debate político-literario-personal que se viene llevando, sino a mi propio ritmo. Si Grajeda no se hubiera referido a mi, y yo no tuviera la política de responder que tengo, ese párrafo no habría existido.
Y ya que estamos, aclararé un par de cosas. El Gran Combo lector A es un espacio para quienes piden expresarse. Y la politica es que esté abierto a quien lo solicite. Antes no lo teníamos y publicábamos este tipo de pedidos en los comentarios. Así ocurrió cuando publicamos las cartas de Iván Thays o las de Ricardo Gonzáles Vigil. Definitivamente, GCLA es mucho mejor. Digo esto porque la gente se equivoca y confunde dar espacio con identificación con el contenido.
Acabo de ver la mención sobre la nueva trova. Sí, pues. Qué le voy a hacer. Silvio Rodríguez me encanta y tengo una relación de amor-odio con sus canciones. Wagner me es más prescindible.Y a pesar de la Pasión de Cristo me gusta Mel Gibson en Lethal Weapon, como me gustan las cancioncitas de Cat Stevens antes de sus fanatización fundamentalista, y ni se diga del estalinista César Vallejo.
Maestro Thays, vamos, no lo tome a mal, pues.
Bueno, solo espero que la próxima vez que Silvio quiera referirse a algo que he escrito yo, lo haga a partir de mi texto y no de lo que dice Oquendo sobre mi escrito o peor aún lo que dicen los intrigantes del blog de Ybarra.No sé el/la lector/a. Para mí es inaceptable este tipo de reprimendas con su no-lo-vuelvas-a-hacer, alusiones en tercera persona (cuando el mensaje va también dirigido a mí) y que se rectifique por respeto a otro (no a mí). Como no me había dado cuenta de esta inaceptable respuesta del Sr. Thays, procedí a responderle:
Borraré la alusión por respeto a ti
saludos
IVAN
No había visto la respuesta de Iván a XXXX, (ni las dos intervenciones de XXXX) cuando escribí mi respuesta.No creo haberlo tratado mal. (Como se ve, mantendré en reserva a XXXX. Si esta persona quiere salir al aire, es su prerrogativa). La respuesta del Sr. Thays fue la que mencioné arriba:
Aclaremos. En mi post http://grancomboclub.blogspot.com/2008/02/una-falacia-y-una-discusin-interminable.html toqué el tema.
En ese post transcribo tres párrafos de Iván Thays con sus respectivos enlaces. En esa ocasión Iván Thays respondió en los comentarios más de una vez, sin quejarse por no haberme referido a él.
Es por lo tanto FALSO que yo me haya referido a lo escrito por Iván a partir de lo que dicen de él Oquendo o Ybarra. Me referí a él a partir de sus escritos, debidamente citados, con interacción con él, y sin queja alguna de su parte. Iván, búscate otros molinos con qué pelearte.
Tampoco me parece aceptable que si estoy aquí te refieras a mí en tercera persona o que borres la alusión sólo "por respeto" a XXXX, quien por supuesto que se merece respeto y a quien agradezco que haya tratado de aclarar las cosas. Pero no es la forma, pues. No necesito que me perdones la vida.
Recién ahora también tengo tiempo de leer con más detalle lo de Zizek. No es un personaje del cual sepa mucho, pero lo poco que sé no me simpatiza. Es ridículo que sugieras que voy a recurrir a él como sustento para justificar consignas a media voz e intrigas. No tienes la película clara.
Iván, parece que estás con ganas de bronca y no has encontrado mejor manera que disparar perdigonazos y al que le cae que le caiga.
Bueno, yo ya borré la alusión así que el que está con ganas de pelearse eres tú. Y te asuguro que pelearme contigo por huevadas, (...), ocupa el último lugar de mis problemas.Whatever.....
Por mí, haz lo que chucha quieras.
IVAN
Después de verme metido en esta bronca político-literario-personal, me acordaba de los primeros seis minutos de esta escena de "Amores Perros":
y me daba ganas de decirles a todos (minuto 5:00):
"los dejo en su casa y ojalá puedan arreglar sus diferencias. Ahora que si hablando no se entienden, aquí les dejo esto para que se comprendan mejor, ¿OK? Ahí les hablo luego para ver cómo les fue".
lunes, 18 de agosto de 2008
El "terror" de Iván Thays
Estimados amigos de la escena bloggera: les envío esta respuesta al Señor Iván Thays (en datos adjuntos),
quien me ha acusado gravemente de tener "nostalgias terroristas", poniendo con ello en grado de ultranegatividad
(más allá del grado cero que él cree que hay en mis críticas
a un artículo sobre "Un Mundo Dividido", ensayo de Miguel Gutiérrez). Obviamente Thays, se cuida de poner mi nombre para evitar
posibles enredos legales, no obstante, es más que tácito de que se trata de mi blog y de mi persona.
Quiero anotar que jamás me he escondido detrás de un anónimo para criticar o dejar un comentario, siempre lo hago con respeto y
con mi nombre y apellido (y cuando la circunstancia lo exige con DNI). Por eso me sorprende que se me llame "atrabiliario" y de que
"promuevo el insulto" (¿qué poder tendré yo sobre las conciencias de los comentaristas?). Se me acusa, también, de no moderar mi
blog (lo correcto es "no moderar los comentarios del blog", imagino cuál es la mala intención de este enunciado impreciso) como si
eso fuera garantía de corrección, acaso no hay varios "blogs basura" que "moderan" comentarios. Eso no es garantía de nada. En
todo caso, sería bueno la tolerancia y la aceptación a la diferencia.
He decidido enviarles esta carta, porque este tipo de percances excede a lo que ocurre en un (mi) blog y nos compromete a ser
observadores, vigilantes de esta "nueva democracia" de los blogs (blogocracia) y la internet.
Saludos, espero que puedan postearlo en sus leídos blogs.
Saludos
RODOLFO YBARRA
http://www.rodolfoybarra.blogspot.com
EL "TERROR" DE IVÁN THAYS
Debido al último comentario (bastante lamentable por lo demás y en donde se me acusa de tener "nostalgias terroristas") proferido por el escritor Iván Thays, debo decir lo siguiente:
El hecho de que en mi blog no se "moderen" los comentarios y deje en libertad (como debería de ser) para que el lector vierta su opinión sin mayores inconvenientes o premisas, no me convierte en cómplice de opiniones contrarias, mucho menos en el "asesor" o el "provocador" de los insultos, creo que esa observación (en lenguaje emocional) es más un prejuicio que una verdad creíble. Si usted no quiere "enlazar" el link respectivo "porque "Moleskine" no avala blogs sin moderación" es su problema. Si usted cree que la "seriedad" de un blog depende de los comentarios que dejan los lectores es su problema. Si usted cree que el repudio de los lectores se traduce sólo en los comentarios (furibundos, racionalistas, adjetivistas, etc.), es, también, su problema. Considero que la cultura está por encima de las opiniones, mucho más si estas son subjetivas o alejadas de lo concreto, por eso usted encontrará en esta página el link respectivo a su famoso weblog (¿cuándo se acabará eso de las regencias con vestigios coloniales? ¿No hay acaso en algunos el gen de la esclavitud, el gen del libertador, y, en otros, el gen del despotismo?). No reclamo reciprocidad, quizás por eso no entiendo eso de "atrabiliario" que usted hábilmente pretende endosarme; qué "maldad" puede haber en alguien que busca la verdad de los conceptos o en alguien que discrepa abiertamente, salvo que usted considere el hecho de discrepar como una "maldad" en sí misma; entonces no me equivoco cuando considero que sus críticas con respecto a "Un Mundo Dividido" son de un "individualismo dogmático". Usted no entiende razones sino ideas prefijadas que le van a dar conclusiones prefijadas. Razones que no provienen de la lectura rigurosa del libro (ni de la necesaria "arborescencia") en cuestión, sino de prejuicios y de ideas fuerza donde confunde la "libertad del individuo" con la libertad para denostar sobre una obra literaria a su libre albedrío y con la venia de un círculo literario cada vez más desacreditado (no, no se preocupe, no voy a hablar de eso). Lástima que usted sólo vea la punta del iceberg, se sorprendería si leyera con detenimiento y sin subjetivismos lo que en mi anterior artículo he tratado de decirle (y que muchos han entendido, lamentablemente usted no). Por eso usted no entiende que "mi defensa" (esto ya parece un juicio) del libro de Gutiérrez pasa menos por —como dice usted— "la falacia" de que fue marginado por el establishment y que sus parientes murieron en la cárcel" (qué visión tan recortada y epidérmica, me sorprende su reduccionismo académico) que por el mismo análisis del libro, análisis que por cierto usted haciendo alarde de ese minimalismo post-industrial quiere reducir a una comparación por demás peyorativa y ridícula como son los accesorios o baratijas de guerras pasadas, "artefacto anacrónico" lo llama usted intentando ironizar con poca suerte.
Así, usted apunta: "Si el blogger hubiera leído la reseña objetivamente, sabría que lo que sostengo es que lo que hace anacrónico al libro no es el contexto que lo produjo sino el dogma que defiende". En este silogismo condicionante encuentro que —por si acaso, usted no se ha dado cuenta— los contextos son los que producen los dogmas y no al revés (aunque en cierta forma podríamos hablar de que precipitan ciertas situaciones) y hasta el "mejor" de los libros escritos con el "mejor" de los dogmas no escapa a su tiempo, aquí es donde sirve para enjuiciar o para ser condenado, por pecado expreso u omisión que es como usted quiere —o quisiera— que se resuelva esta segunda edición de "Un Mundo Dividido". Lástima que usted piense que alguien le quiere imponer algún tipo de dogma (¿no hay ahí un prejuicio bastante patológico?) o que —peor aún— alguien quiere coactar su libertad individual o frustrar su obra creativa. Eso no sólo es exagerado sino que demuestra una paranoia, un delirio por la "pérdida de la libertad" en cuyo caso usted no necesita una observación a un artículo errático, sino un médico frenópata.
No, no se preocupe usted: NO SOY TERRORISTA. No quiero volar su casa, mucho menos dinamitar su obra literaria. Eso sería una cobardía. Tampoco guardo relación alguna con ningún miembro del grupo "Narración" (a quienes debo mi admiración por la lectura de sus obras y no por el conocimiento de sus personas) o con algún "blogger exiliado que pulula por ahí". En todo caso es el tiempo y los lectores quienes acusarán recibo de sus palabras y quienes harán lo que se tiene que hacer con una literatura acomodaticia o de salón cuya mirada estrábica insiste en negar una realidad evidente.
Finalmente, apunta usted: "Si buscar comparaciones es un nivel bajo de argumentación (en relación a lo vertido por Javier Ágreda, esta precisión es mía), defender a un autor por datos biográficos y solidaridad política es el grado cero de cualquier discusión". Ergo, motejar e incriminar a alguien, sin ninguna prueba, de anidar "nostalgias terroristas" es el non plus ultra de que la discusión ha descendido a zonas batipelágicas, quizás en el terreno de lo abisal tenebroso. No sabía que a usted le interesaban los bajos fondos y las altas presiones (cuando quiera le recomiendo la mejor escuela de buceo del país), en algún momento creí percibir que a usted le interesaban más las luces, los flashes y las lentejuelas literarias.
Usted ha degradado el debate más allá de lo audible. Desde aquí puedo escuchar sus ecos.
Amable, pero firmemente,
Rodolfo Ybarra
DNI 09441432
domingo, 17 de agosto de 2008
El vano oficio de criticar sin leer
[A continuación se publica una carta del Sr. Rafael Inocente]
Estimados blogueros, en aras de la discrepancia democrática solicito la publicación del artículo de mi autoría referente al artículo del señor Thays aparecido el domingo último en El Comercio acerca de la reedición de LA GENERACIÓN DEL CINCUENTA de Miguel Gutiérrez.
Gracias por la atención dispensada
Atentamente,
Rafael Inocente
El vano oficio de criticar sin leer
Alguien dijo que el propósito último del arte es intensificar y exacerbar la conciencia moral de la gente. En particular la novela, la buena novela, tendría este efecto catártico, pues sería la forma más inmediata e insoportable de arte. La lectura de una buena novela nos cambia la vida. Sé de matrimonios que se han disuelto porque alguno de los cónyuges leyó cierta novela y decidió que la vida del personaje era más interesante que la suya propia. Puede entonces resultar doloroso leer una buena novela. Por eso pienso que para evitar este doloroso trance, Iván Thays no ha leído las ficciones de Gutiérrez, lo cual es decisión absolutamente personal de Thays, a fin de cuentas cada uno lee lo que le da la merecida gana. Pero pontificar de algo que no se ha leído, eso si tiene nombre propio.
El sentimiento inicial que experimenté al leer el artículo de Thays referido a la reedición del ensayo de Miguel Gutiérrez, La Generación del Cincuenta: un mundo dividido (Arteidea Editores, 2008) ha sido de sorpresa. No es que fuese inesperado el rechazo de un ensayo como el de Gutiérrez, rechazado ya y vilipendiado hasta el escarnio por distintos sectores, más notoriamente por la derecha liberal más ultramontana. Lo que me ha causado desconcierto es el subjetivismo y el desconocimiento de la obra de Gutiérrez de los que hace gala un literato considerado una joven promesa de la narrativa nacional.
Recuerdo que cuando cursaba el segundo o tercer ciclo de Biología en la Universidad Agraria, ávido de encontrar autores peruanos de posición honesta y valiente respecto a la putrefacción social que vivíamos por aquellos días, indagué con varios profesores de los distintos cursos de humanidades que se estudian los primeros ciclos universitarios. Desgraciadamente, la Agraria degeneró en cuanto a formación humanista desde la época en que suicidaron a Arguedas y yo estaba hastiado de tanto escritor onanista y huelepedo que cundía —cunde aún— en nuestro medio. Inquirí más detenidamente y surgieron algunos candidatos, refrendados por las voces de un par de profesores de la Universidad cuyos nombres prefiero mantener en reserva. Uno era un sociólogo con pinta de jipi reciclado, excelente profesor y amigo de los alumnos y sugirió vivamente leer a Miguel Gutiérrez, pero no solamente sus ficciones, si no además, dijo, su valioso ensayo La Generación del Cincuenta. Otro profesor, un delicado poeta que escribe en runasimi y en castellano, coincidió plenamente con el sociólogo neojipi. Debía leer a Miguel Gutiérrez.
Como mencioné, yo me encontraba empachado de aquella pléyade de escritores y poetas delicatessen con los que nos habían bombardeado en el colegio y tampoco me tragaba como muy cierta aquella vieja dicotomía entre poesía pura y poesía social. Estaba seguro que cuando un escritor o un poeta eran realmente buenos, lo eran en ambos registros. Allí estaban Vallejo, Balzac, Neruda, Víctor Hugo. Éramos, pues, un grupo de candidatos a agrónomos, biólogos, zootecnistas, forestales, prestos a salir a los campos pero no sólo como vendedores de paquetes tecnológicos de las transnacionales o plomizos funcionarios de algún ministerio, si no como reza el lema de la Universidad, deseábamos cultivar al campo, pero sobre todo al hombre, como intentó hacerlo aquél ingeniero agrónomo llamado Antonio Díaz Martínez. Por aquellos años, circulaba en fotocopia entre quienes llevábamos cursos de extensión agrícola, el libro Ayacucho, hambre y esperanza (Mosca Azul Editores, 1969, segunda edición 1985), un hermoso e implacable ensayo en el cual Díaz Martínez denunció el latifundio, las relaciones de servidumbre feudales y el gamonalismo enseñoreados en aquellas tierras, como declama en el poema inicial “Campesino hermano/tu hambre, / me duele en las entrañas; / tu sed, /la siento en mi garganta; /…” Cuando se publicó en el 1969, este libro fue recibido con calidez por estudiantes de extracción campesina, por profesores, por universitarios ansiosos de conocer una palabra alternativa al discurso hegemónico, pero además —al igual que La Generación del Cincuenta— el libro fue demonizado por la crítica académica y suscitó el odio de gamonales y letratenientes de la sociología que achacaron a Díaz Martínez escribir desde una posición doctrinaria. De manera anecdótica, se cuenta que por los 70, un latifundista serrano vociferaba por calles y plazas que mataría a Antonio a balazos. En el 1986 Antonio Díaz Martínez fue asesinado en el penal de Lurigancho junto a cientos de presos políticos, entre quienes se encontraban también Vilma Aguilar y Carlos Ayala Aguilar, esposa e hijo de Miguel Gutiérrez. Hoy, años después de aquella matanza, la investigación judicial no llega todavía a ningún resultado público.
Y fue precisamente un antiguo alumno de Zootecnia, conocido como el Abuelo Neper, quien había compartido aulas con Antonio Díaz Martínez, el que me prestó para fotocopiar —ya por el año 89 resultaba imposible conseguir algún ejemplar de La Generación del Cincuenta— el que considero tal vez el mejor ensayo que se haya escrito sobre una época del proceso literario peruano. Pero no sólo eso, pues para quienes teníamos ambiciones literarias aquél libro significó ante todo una deliciosa crónica de la vida cultural, política, social y bohemia de una generación determinante en el devenir de nuestra patria y un contundente mentís a quienes venían arrogándose la representatividad de la literatura peruana.
Todos estos recuerdos han venido a mi mente al leer la sarta de falsedades que le endilga Thays a Gutiérrez respecto a la calidad de su obra y su consecuencia de vida. Afirmar muy suelto de huesos que los personajes de las ficciones de Gutiérrez son “estereotipados” y “convencionales” refleja escandalosamente que Thays escribe porque se levantó y descubrió que se le habían caído más pelos de su adobada peluca y ni siquiera se permitió hojear alguna de las tantas novelas de Gutiérrez, muestra de manera flagrante su mezquindad frente a la obra de un escritor que viene siendo reconocido tardíamente por su extraordinaria e inocultable calidad literaria. Un muchacho como Martín Villar, abrumado por un mestizaje violento e irresoluto y que a pesar de ello lleva a buen término la novela que anima su vida, un doctor Gonzáles cuya grandeza refleja al individuo pero también al científico esforzado y pedagogo, un Padre Azcárate, rebelde en Barcelona y Piura pero siempre atormentado, un Odar Benalcázar León y Seminario, hacendado piurano proveniente de un linaje bastardo, una Sacramento Chira, matriz que da origen a la estirpe de los Villar, acaso un tributo a la sangre tallán de José Carlos Mariátegui Lachira, un Bauman de Metz, ubicuo y múltiple, una Primorosa Villar, bella y turbadora, una Xóchitl incestuosa pero sin mala conciencia, el viajero narrador de historias a un auditorio políglota en la China post revolución cultural, son todos personajes complejos y consolidados, no podemos considerarlos estereotipados y convencionales como pretende hacer creer Thays. Podría seguir recordando más personajes de la vasta obra de Gutiérrez, mas se que sería inútil. Thays va a la lectura de Gutiérrez como lo haría Alonso Alegría, ofuscado por sus prejuicios (”…pues supongo que la Cámara Peruana del Libro sabe distinguir entre el literato y el senderista, pero yo no puedo. Para mí, lo que escribe un senderista jamás será buena literatura. Es un defecto que tengo, qué voy a hacer” Dos preguntas cargosas para Miguel Gutiérrez, Perú 21, 29 de julio 2005). Para Thays, en su obnubilación individualista, no tiene cabida la superestructura ni el colectivo humano y todo lo que suene a social será doctrinero, panfletario y maniqueo. Comprensible entonces que la obra de Gutiérrez, surcada transversal y semánticamente por los conflictos étnico-sociales de un país-corral-de-chanchos nacido de una violación histórico-social le resulte insoportable. Tal vez a Thays y sus amigos le agraden más las ficciones que ensalzan un mestizaje ideal, la aculturación o la integración hacia proyectos nacionales sustentados en premisas unilaterales y pretendidamente civilizadoras. A fin de cuentas, acorde con los aires actuales de globalización cibernética y económica y crisis de los estados nacionales (¿o más bien reafirmación?), Thays admira aquellas obras en donde la exaltación del individualismo liberal se hace sin atenuantes.
Miguel Gutiérrez es agua clara en La Generación del Cincuenta. Transparente y líquido. Las bases teóricas, el rigor metodológico y la honestidad le permitieron generar planteamientos literarios y propuestas ideológicas con una fluidez tal que siguen desmelenando a los figurones de los sectores tradicionalmente reaccionarios. Aunque no exento de las incidencias propias de la subjetividad de una época, tal vez la más difícil de la historia del país, La Generación del Cincuenta continúa siendo un ensayo brillante y controversial, grato de leer, pero sobre todo desmitificador de la imposición que un grupo social intentó asignar como verdadera para toda la sociedad y la literatura peruana en particular. Eso es lo que ha enronchado a los integrantes de la llamada secta y es lo que no se le perdona a Gutiérrez. Más aún, lo doloroso para estos señores es la calidad literaria alcanzada por Gutiérrez, calidad considerada en el doble sentido de representación, estética y política. Para coronar la sordidez del artículo, Thays lanza alevemente un arma arrojadiza, intentando mancillar la vida privada y la consecuencia de un contador de historias que sigue viviendo modestamente en una casa sencilla como siempre lo hizo, sin figurar como escritor-estrella-del-rock, sin percibir ingresos del estado, ni prebendas ni mermelada alguna.
Ni concesivo ni arrugador, Miguel Gutiérrez se leerá más y mejor cada día, dejando en evidencia que desde esta tierra es posible descolonizar la ficción y la crítica y hacerlo con honestidad y rigor intelectual, sin dejar por ello de ser ameno.
¿Se leerán las novelas de Thays en el milenio que inicia? No lo sabemos. Pero, si como él vaticina —en coro con el Discovery Travel & Living— acerca de la existencia de artefactos anacrónicos en los países ex comunistas, no nos sorprendamos si nuestros nietos nos regalan con La Disciplina de la Vanidad adquirida a precio de huevo en una cachina de tiempos futuros. Eso si sobrevivimos al segundo gobierno aprista.
Rafael Inocente
Agosto 16 del 2008