jueves, 4 de septiembre de 2008

Respuesta al Sr. Iván Thays 2

El Sr. Iván Thays declara tener otras cosas de qué ocuparse que le impedirían relacionarse socialmente en forma correcta con quien no lo ha atacado (aquí). Sin embargo, esas palabras no son nada creíbles, pues bien que se da tiempo y esfuerzo para responder, atacar, y maltratar a su interlocutor. Este señor se equivocó de cabo a rabo conmigo. No leyó bien, se olvidó de cómo fueron los hechos, o lo que sea, pero patinó y tuvo malas maneras. Claro, este señor da por concluído el incidente que él mismo creó, en sus términos, pero ya he dicho que no voy a aceptar una reprimenda de su parte. Creo que es un argumento muy claro. Sin embargo, ahora el Sr. Thays sale hablando de "pobre calidad fraternal, comprensiva o incluso generosa de Silvio". ¿Perdón, Sr. Thays? ¿Cómo se atreve? Usted fue el que tuvo la pataleta, usted fue quien comenzó con su tonta pelea escolar que quiso acabar con una reñida, equivocándose del todo, cosa que es claro que no reconocerá. Usted fue quien exhibió una gran mezquindad. ¿Qué le costaba reconocer que se equivocó conmigo y pedirme disculpas? En cambio, insistió con su reprimenda y su que-Silvio-no-lo vuelva-a-hacer. No, pues. No se pase. Si tiene gestos inamistosos, no se queje porque no lo considere un amigo o porque cierre la comunicación por un medio que usted usa para agredirme.Hice público el intercambio porque, como ya he explicado, es una política que sigo en ciertas circunstancias, no sólo con usted, máxime si graciosamente me concede la libertad de hacerlo. Que otros se aprovechen del asunto es algo que siempre puede ocurrir. Y se equivoca, una vez más, en asegurar que publiqué el intercambio para que le tiren tomates. Usted sigue pensando en términos de "bandos" e insiste en colocarme en el bando que le es rival. Oiga, ya he dicho que lo que me dan ganas de hacer es lo que hizo el personaje de "Amores Perros". A ver si los dos "bandos" resuelves sus diferencias comunicándose. Esa es mi posición. Que otros hayan copiado selectivamente mi post, mutilado y sin enlace, no me coloca en su bando. Rechazo que se enmarque toda acción que uno tome dentro de la bronca de "bandos". Lo rechacé cuando fui atacado en forma generalizada por un bando, y lo rechazo ahora que soy atacado por usted, señor Thays, también en forma generalizada. Afirmo la independencia y singularidad de mis opiniones. Los tomates que se tiren los "bandos" es cosa de los "bandos", no mía, y desde luego no evitarán que le responda a sus patanerías, señor Thays.

Actualización: Bueno, para tener que ocuparse de cosas más importantes el Sr. Thays vuelve otra vez al tema. Veamos su comentario:
En cuanto a lo de Silvio Rendón, todos saben que era una conversación privada y en una discusión uno puede decir lo que sea, como "haz lo que chucha" quieras o "vete al carajo" Pero ese debería quedar en el ámbito privado, sobre todo si se supone que somos amigos (ya me di cuenta de que no).El problema aqui se suscita cuando rendón quiere hacer pública una mandanda a la mierda. Si un microbusero se cruza en mi camino y le requinto la madre, debe quedar ahí. Pero si el microbusero quiere hacerme daño podria ir a los medios decir que lo mandé a la mierda. Mi reacción fue normal y privada, entre amigos, pero me equivoqué pensando que Silvio era amigo mío solo por serlo de Gustavo y Daniel, pero no lo era. Ese fue mi error, no decir "chucha"Si ves la exactadiensión de las cosas silo te reirías y nada más. A mis dos amigos Sumalavia y Carlos, siempre solemos mandarnos al caajo hasta por perder un campeonato de winning, pero ahora que estuve en una depresión muy aguda acudí a Carlos que me dio un abrazo hemosísimo y sanador. Estoy seguro de que si a él lo mando un día, irritado, al carajo, no pasaria nada ni lo iría a postear para que los demàs se burlen de mí.Repito: mi error fue pensar que Silvio era un amigo y que la conversación era privada, pero no es mi amigo y para él tampoco es privada¿Qué me queda por hacer? Simplemente repetir lo mismo, que Silvio haga de su vida y su blog lo que chucha quiera. Ese es su problema, los míos son ahora más graves que el decir una mala palabra.saludosIVAN   
Bueno, el error del Sr. Thays no fue que patinó refiriéndose a mí (pues oportunamente debatimos directamente y no a partir de lo que otros dijeron de él), no fue su reprimenda, ni su que-Silvio-no-lo-vuelva-a-hacer, o que se refirió a mí en tercera persona. Su error según él fue que pensó que yo era su amigo, porque creyó que como soy amigo de Gustavo Faverón y de Daniel Salas, soy amigo de él. No sé qué clase de amigo era este que se refería a mí en tercera persona. Yo a este señor lo vi una vez en Lima y me acerqué a saludarlo: "Hola, soy Silvio Rendon" y no me reconoció. No sé cómo pasó de eso a pensar que me podía carajear como, según él, hace con sus amigos. Pensará que la amistad es transitiva o, al parecer más acertado, pensó que estaba con alguien de su mismo "bando" con quien no era necesario conducirse con un mínimo de respeto.

El Sr. Thays se queja porque "lo até al palo para que me tiren piedras o puse su cabeza en el círculo de cartulina los circos para que me tiren tomatazos todos los que buscan, por envidia". Pero qué quejica que es. Por favor. Si alguien le tira tomatazos, que se queje con quienes así lo hacen. Yo no le he echado la culpa a nadie más que a los/as que alguna me lanzaron tomatazos. He aclarado mi posición, diferente de la de otras personas, pero no le he echado la culpa a otras personas por nada.

Veamos ahora su ilustración pedagógica con el microbusero. Si él le requinta la madre a un microbusero "debe quedar ahí", dice. No sé si este señor es también amigo de los microbuseros. No lo creo. Aún así supone que puede carajear a quien quiera y que el asunto debe quedar ahí. ¿Por qué el microbusero (es decir yo) no va a tener derecho a una reparación moral y tiene que dejarlo ahí? ¿Acaso mi blog lo leen solamente los escritores con los que el Sr. Thays se lleva mal? El Sr. Thays parece creer que el mundo se divide entre quienes están con él y quienes están contra él. Igual los/as amigos/as del Sr. Thays leen lo que yo he escrito y le dicen "Oye, Iván, te excediste". Igual lo leen mis amigos/as y me dicen "Oye, Silvio, ¿qué le pasa a ese Iván Thays?" Yo no he posteado la conversación en un blog enemigo del Sr. Thays, sino en MI propio blog, MI espacio. Hay una vida más allá del bipolarismo en que vive el Sr. Thays.

Finalmente, como el Sr. Thays insiste en su posición inicial, proveniente de una especulación de su parte, yo también especularé al respecto. Al Sr. Thays le molestó que publique las cartas de los señores Inocente e Ybarra. Lo consideró una afrenta a su persona. Como yo era "su amigo", tenía que estar de "su parte" y no publicar esas cartas o hacerlo poniéndoles un gorro en que deslindara con ellas. Sin embargo, para mí el asunto no es así. Estas personas son lectores que solicitaron un espacio en GCLA. Como antes el mismo Sr. Thays y posteriormente el Sr. González Vigil solicitaron un espacio en el GCC, procedí a atender las solicitudes de las personas mencionadas. Lo poco que tengo que decir sobre estos temas lo he dicho en un par de posts y como ya dije en una respuesta anterior, ojalá que los "bandos" arreglen sus diferencias hablando. Cuando el Sr. Thays vio un parrafito en que me refería a Miguel Gutiérrez (dentro de un duro intercambio con el Sr. Grajeda quien me tiraba tomatazos por mi supuesta asociación con el Sr. Thays) se dio por aludido y ya fue demasiado para él, por lo que reaccionó agresiva y equivocadamente acusándome nada menos que de formar parte de una intriga contra él. Tal vez pensó que mi parrafito era una concesión a la presión del Sr. Grajeda. Lo real es que se trataba de una repetición de algo que le dije directamente al Sr. Thays, como ya he explicado antes

En fin. Dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo que pasa con Iván Thays es que se cree merecedor de un culto a la personalidad que haría sonrojar a Stalin.